Thursday

sombra

Giro luego la cabeza hacia ti, sombra huidiza y pegajosa, invisible e inevitable espectro. Se posa mi lápiz en la ecuación de tu cuerpo irreal; me salto así, por una vez, la universal norma de mirar sumisamente en la dirección que tú tengas a bien señalarme con tu índice imperativo y tenebroso. Pongo en ti, oh tiránico gemelo, esta mirada aún interrogante después de tanto camino a merced de tus dictados. Mas no liberan mis labios pregunta alguna. Esta vez tampoco. La rebeldía de mi encorsetado tablero de juego no brota, tampoco hoy, como el torrente furioso que un buen guión pediría; quiere el guionista, de maldad insaciable, que se quede un día más en manso goteo de rabia acostumbrada y perpleja, que no pase de inofensiva protesta a tus retorcidas intenciones. Tienes suerte. Los dos sabemos que de tu castillo cuadriculado e inexpugnable ni un ladrillo quedaría si sólo te dedicara un cañonazo de lógica, y aun bastaría un soplo de raciocinio para que tu recia fortaleza se viniera estruendosamente abajo. Pero sabemos, también, que tales acciones no saldrán de mí. No mientras siga engañada mi física conciencia, mientras persista mi ser material en confundir tu gélido fortín con cálido refugio. Y ahí estás, parado, mirando mi desesperanza con condescendiente desprecio, con la misma sonrisa, intrínsecamente burlona, que me vio crecer, única constante en mi travesía, rica en fluctuaciones y marejadas. Leve, por no ser menester tener otra más pronunciada. Descarada, al no precisar que sea más discreta. Disfrazado de beneficiosa estrategia , te vuelves metáfora insensible y calculadora de repetitivos patrones de pseudovidas, tornas disimuladamente en sofocantes inversiones de papeles entre amo y utensilio. Imperturbable, tu voz suena "lánzate, no temas", cada vez que, de soslayo, te miro como pidiéndote permiso para zambullirme en el vino más dulce del olvido. No te importa dejarme bucear un rato en un infinito siempre nuevo, siempre antiguo, collage de reflejos y canciones que cobija mi vuelo multidimensional. Poco te supone darme unos años luz de cósmica cuerda para que planee un rato, libre de máscaras maliciosas . Poco, nada te trastorna, mientras tengas en tu mano el terrenal otro extremo de la cuerda. Sabes, sabemos, que los eones se tornan segundos, que no tardaré en volver a la amarga superficie, saludándote por mí la resignación mientras resbalan por mi piel las últimas gotas del líquido elemento. Mas tengo derecho al menos, como creador tuyo, a limitar tu mala intención. Eres producto de mi fantasía. Te exijo, más que pedirte, que me permitas acotar tu perversa influencia sobre la frágil acrobacia de mi rutina. Te ordeno que me dejes olvidarte siquiera unos instantes, un día. Si no cumples mi voluntad, aprovecharé uno de esos viajes para encontrar el sabroso antídoto a tu mordedura primigenia, el filo que corte los hilos de tu poder. Y entonces ya no me alcanzarás más, viviré para siempre en la galaxia alegre del baile y la poesía, riéndome de que, alguna vez, tuve una sombra.

3 comments:

Anonymous said...

Es un escrito muy hermoso, hbria que releerlo con calma...

Anonymous said...

Lo he vuelto a leer y desde el punto de vista literario es realmente hermoso lo que escribes...

Luizao said...

Gracias, maja. La verdad es que, al margen del estilo más elaborado que de costumbre -probablemente un poco enredado-el texto rebosa frustración. A veces son estos ratos los que uno mejor aprovecha para escribir; no hay mal que por bien no venga...
Besos y muchas gracias por seguir mi blog, yo también soy asiduo del tuyo