conexiones

Lo que he conocido en el terreno de la autoayuda y los cursos de disciplinas espirituales van para mi gusto demasiado en la línea de
conseguir que te importe un comino lo que les pase a los demás, pasando por alto que tú contribuyes a parte del sufrimiento mediante el consumo de productos de origen animal (que generan un sufrimiento tremendo y hambre a las personas del Tercer Mundo), mediante la cuenta bancaria (los bancos financian guerras), el teléfono móvil (de nuevo las guerras, en concreto las del Congo, y la explotación laboral en China o Taiwán, etc) o el coche (guerras del petróleo),  por ejemplo.

Sintiéndolo mucho, falta algo fundamental para alcanzar el equilibrio.
para ser feliz de verdad la única (y además la más fácil de poner en práctica, si uno está bien informado y está dispuesto a dar pasos sencillos) es dejando de participar de las cadenas del sufrimiento. El circuito de energía que pretendemos restablecer a través de la meditación tiene dos partes: una es la meditación y el trabajo interior, la otra es no causar daño a otros seres que en lo esencial son igual que nosotros. Una vez liberados de esas cadenas de sufrimiento, entonces sí procede hacer el trabajo interior: para qué sufrir por las cosas que no está a nuestro alcance solucionar.
Pero son dos partes, no sólo una