Reflexión
al margen sobre posibilidades y necesidades
Cuando uno va a un supermercado, encuentra miles de opciones distintas de alimentación, miles en la sección de accesorios, cosméticos, miles en la sección de libros, etc. No por ello tiene que probar todos los alimentos que ofrezca el mercado, leer todos los libros, etc. La satisfacción de mis necesidades alimentarias está en que mi cuerpo incorpore las cantidades de nutrientes que le permiten seguir vivo y sano; la satisfacción de mis necesidades culturales e intelectuales en lo que a lectura se refiere está, por ejemplo-y depende de la persona- en que a lo largo de un mes lea dos libros, a lo largo de una semana lea medio libro, o en que a lo largo de un día lea 10 páginas. En otras palabras, la respuesta a nuestras necesidades viene en función de la demanda y no de la oferta.
Cuando uno va a un supermercado, encuentra miles de opciones distintas de alimentación, miles en la sección de accesorios, cosméticos, miles en la sección de libros, etc. No por ello tiene que probar todos los alimentos que ofrezca el mercado, leer todos los libros, etc. La satisfacción de mis necesidades alimentarias está en que mi cuerpo incorpore las cantidades de nutrientes que le permiten seguir vivo y sano; la satisfacción de mis necesidades culturales e intelectuales en lo que a lectura se refiere está, por ejemplo-y depende de la persona- en que a lo largo de un mes lea dos libros, a lo largo de una semana lea medio libro, o en que a lo largo de un día lea 10 páginas. En otras palabras, la respuesta a nuestras necesidades viene en función de la demanda y no de la oferta.
Con
motivo de la actual decadencia agónica del sistema productivista
expansionista ultramaterialista deshumanista, hemos oído de boca de
los políticos una frase que me parece interesante para hilar una
reflexión más amplia.
La frase dice: “los ciudadanos han vivido por encima de sus posibilidades”, donde las ´posibilidades´- como no podía ser de otra manera en el discurso de un político del ultramaterialismo productivista expansionista deshumanista- se refiere exclusivamente a las posibilidades económicas, materiales (Huelga decir lo hipócrita de esta aserción, hecha en el contexto de la campaña de miedo y culpabilización de la ciudadanía para que aceptemos pagar los precios de la crisis originada por ellos y sus socios...)
Gran parte de la ciudadanía, desde la aceptación fundamental del modelo ultramaterialista y esa dialécta en que “vivir bien” se acepta como sinónimo de”tener más dinero” y la posibilidad material se identifica con la calidad de vida, ha contestado a esta frase de los políticos -de forma muy acertada dentro de esa lógica materialista-con esta otra frase:
“Más bien es que ellos han vivido por encima de nuestras posibilidades”- siendo ´ellos´los políticos, banqueros, grandes empresarios, etc.
Pero la frase en sí me parece muy interesante porque pone de manifiesto, sucinta y contundentemente, lo que considero dos de los planteamientos principales en que descansa el sistema productivista expansionista acumulacionista deshumanista: Dice la frase:
“Los ciudadanos han vivido por encima de sus posibilidades”
Esto lleva implícita una primera idea: el objetivo de la vida no es la satisfacción de las necesidades sino alcanzar cuanto más ´posibilidades´mejor. Esto ya es muy explítico.
La frase dice: “los ciudadanos han vivido por encima de sus posibilidades”, donde las ´posibilidades´- como no podía ser de otra manera en el discurso de un político del ultramaterialismo productivista expansionista deshumanista- se refiere exclusivamente a las posibilidades económicas, materiales (Huelga decir lo hipócrita de esta aserción, hecha en el contexto de la campaña de miedo y culpabilización de la ciudadanía para que aceptemos pagar los precios de la crisis originada por ellos y sus socios...)
Gran parte de la ciudadanía, desde la aceptación fundamental del modelo ultramaterialista y esa dialécta en que “vivir bien” se acepta como sinónimo de”tener más dinero” y la posibilidad material se identifica con la calidad de vida, ha contestado a esta frase de los políticos -de forma muy acertada dentro de esa lógica materialista-con esta otra frase:
“Más bien es que ellos han vivido por encima de nuestras posibilidades”- siendo ´ellos´los políticos, banqueros, grandes empresarios, etc.
Pero la frase en sí me parece muy interesante porque pone de manifiesto, sucinta y contundentemente, lo que considero dos de los planteamientos principales en que descansa el sistema productivista expansionista acumulacionista deshumanista: Dice la frase:
“Los ciudadanos han vivido por encima de sus posibilidades”
Esto lleva implícita una primera idea: el objetivo de la vida no es la satisfacción de las necesidades sino alcanzar cuanto más ´posibilidades´mejor. Esto ya es muy explítico.
Según
este enfoque, basado en la posibilidad y no en la necesidad, lo que
yo tengo que hacer en el supermercado es comprar toda la fruta de la
tienda o todos los libros de la librería.
En el hecho de identificar ´necesidad´con ´posibilidad´, está haciendo toda una declaración de principios, en concreto del principio del acumulacionismo (insostenible por definición) y del expansionismo (también insostenible e incompatible con la paz entre los pueblos).
Pero la frase da aún para más. Una vez identificado el conceptos de ´necesidad´ con el de ´posibilidad´ (o sea, uno no tiene que pensar en lo que necesita, sino en lo que puede alcanzar), aclara que dichas posibilidades son exclusivamente materiales. Si no, ¿a qué otra cosa se refiere? Cuando dice que la ciudadanía ha vivido por encima de sus posibilidades, se refiere acaso a las posibilidades culturales, espirituales, sociales? Claro que no; se refiere a las materiales: bienes de consumo, coche, bienes financieros, hipoteca, préstamo. No se refiere a ninguna otra cosa. Esta afirmación deja entrever otra idea fundamental de la filosofía expansionista acumulacionista productivista deshumanizada ultramaterialista: precisamente, el componente ultramaterialista: ´posibilidades´es igual a ´posibilidades materiales´.
Así pues, me parece una frase muy interesante para comprender, de forma sucinta y directa, cuál es la filosofía de este sistema acumulacionista productivista expansionista deshumanista cuyas directrices han llegado a permear nuestra conciencia.
Pero no me gusta terminar un artículo sin un mensaje positivo (será por la idea taoísta de que en un desequilibrio siempre se puede hallar una oportunidad para alcanzar un nuevo equilibrio) : como consecuencia en gran parte de las crisis actuales, que han puesto al sistema en caída libre, para gran parte de la ciudadanía ya ha quedado bien acotada cuál es la filosofía de dicho sistema: lo material es lo único en la vida (aunque esta idea se intente camuflar), vivir bien equivale a tener mayor poder adquisitivo, etc.
Una vez conscientes de en qué coordenadas estamos y a cuáles otras queremos llegar, lo que queda por hacer es ajustar los parámetros de navegación y poner rumbo a ese otro mundo anhelado.
¿En qué se traduce esto? En criticar y replantearnos directamente los dos dogmas que la susodicha frase de los políticos pone a descubierto:
1. El objetivo viene dado por las posibilidades, y 2. Posibilidades = posibilidades económicas.
Una vez puestos en tela de juicio, aquellas personas que, como quien esto escribe, estén en desacuerdo con ambas premisas, no tienen más que sustituirlas por otras y llevarse las nuevas a su vida práctica.
Los nuevos planteamientos serían:
1. El objetivo no viene dado por las posibilidades sino por la satisfacción de las necesidades
2. Atendiendo a las posibilidades, éstas no son sólo materiales. Tenemos posibilidades culturales/intelectuales, sociales, físicas, espirituales, etc. Y, con toda seguridad, hemos estado viviendo muy por debajo de todas ellas. Pero no sólo nosotros; las personas que más bienes o activos materiales han conseguido acumular -quitándolos de donde realmente son útiles los bienes materiales, como la sanidad pública, la educación pública, la cultura pública y, a nivel internacional, arrebatando a muchas personas la posibilidad de atender sus necesidades materiales más básicas para especular con su sustento, echarlos de sus tierras para obtener petróleo, etc.- , esas personas que viven en la opulencia material y con una capa de ese barniz tóxico del reconocimiento y la admiración de los demás, han vivido muy por debajo de sus necesidades espirituales, pero también de las culturales, sociales, etc.
En el hecho de identificar ´necesidad´con ´posibilidad´, está haciendo toda una declaración de principios, en concreto del principio del acumulacionismo (insostenible por definición) y del expansionismo (también insostenible e incompatible con la paz entre los pueblos).
Pero la frase da aún para más. Una vez identificado el conceptos de ´necesidad´ con el de ´posibilidad´ (o sea, uno no tiene que pensar en lo que necesita, sino en lo que puede alcanzar), aclara que dichas posibilidades son exclusivamente materiales. Si no, ¿a qué otra cosa se refiere? Cuando dice que la ciudadanía ha vivido por encima de sus posibilidades, se refiere acaso a las posibilidades culturales, espirituales, sociales? Claro que no; se refiere a las materiales: bienes de consumo, coche, bienes financieros, hipoteca, préstamo. No se refiere a ninguna otra cosa. Esta afirmación deja entrever otra idea fundamental de la filosofía expansionista acumulacionista productivista deshumanizada ultramaterialista: precisamente, el componente ultramaterialista: ´posibilidades´es igual a ´posibilidades materiales´.
Así pues, me parece una frase muy interesante para comprender, de forma sucinta y directa, cuál es la filosofía de este sistema acumulacionista productivista expansionista deshumanista cuyas directrices han llegado a permear nuestra conciencia.
Pero no me gusta terminar un artículo sin un mensaje positivo (será por la idea taoísta de que en un desequilibrio siempre se puede hallar una oportunidad para alcanzar un nuevo equilibrio) : como consecuencia en gran parte de las crisis actuales, que han puesto al sistema en caída libre, para gran parte de la ciudadanía ya ha quedado bien acotada cuál es la filosofía de dicho sistema: lo material es lo único en la vida (aunque esta idea se intente camuflar), vivir bien equivale a tener mayor poder adquisitivo, etc.
Una vez conscientes de en qué coordenadas estamos y a cuáles otras queremos llegar, lo que queda por hacer es ajustar los parámetros de navegación y poner rumbo a ese otro mundo anhelado.
¿En qué se traduce esto? En criticar y replantearnos directamente los dos dogmas que la susodicha frase de los políticos pone a descubierto:
1. El objetivo viene dado por las posibilidades, y 2. Posibilidades = posibilidades económicas.
Una vez puestos en tela de juicio, aquellas personas que, como quien esto escribe, estén en desacuerdo con ambas premisas, no tienen más que sustituirlas por otras y llevarse las nuevas a su vida práctica.
Los nuevos planteamientos serían:
1. El objetivo no viene dado por las posibilidades sino por la satisfacción de las necesidades
2. Atendiendo a las posibilidades, éstas no son sólo materiales. Tenemos posibilidades culturales/intelectuales, sociales, físicas, espirituales, etc. Y, con toda seguridad, hemos estado viviendo muy por debajo de todas ellas. Pero no sólo nosotros; las personas que más bienes o activos materiales han conseguido acumular -quitándolos de donde realmente son útiles los bienes materiales, como la sanidad pública, la educación pública, la cultura pública y, a nivel internacional, arrebatando a muchas personas la posibilidad de atender sus necesidades materiales más básicas para especular con su sustento, echarlos de sus tierras para obtener petróleo, etc.- , esas personas que viven en la opulencia material y con una capa de ese barniz tóxico del reconocimiento y la admiración de los demás, han vivido muy por debajo de sus necesidades espirituales, pero también de las culturales, sociales, etc.
Bueno,
sólo queda llevar a la práctica los nuevos planteamientos. Si ya no
nos ocupa tomar todo aquello que esté dentro de nuestras
posibilidades, sino sólo procurarnos aquello que responda a nuestras
necesidades, alcanzaremos la armonía con comer algo sencillo y
nutritivo todos los días (podemos encargar una cesta de fruta y
verdura a la semana a un huerto ecológico), o tener nuestro huerto,
cultivado y cuidado en compañía de otras personas, o participar en
grupos de consumo, complementarlo con otras fuentes de proteína
vegetal como la espelta, la quinoa o la soja, beber agua, tener un
techo (dado que la vivienda en la prácticano es un derecho sino un
objeto de especulación, la mejor opción es el alquiler), un pequeño
presupuesto para transporte (mejor si uno puede ahorrarse tramos de
metro moviéndose en la red de cercanías y desde ahí paseando),
los tramos que sea posible hacerlos en bici, participar en grupos de
autogestión y democracia participativa (de base), participar en la
política si es nuestro deseo,
atender nuestras necesidades sociales y psicológicas reuniéndonos con personas amigas de quien obtener empatía y comprensión, y con quien atender también las necesidades sociales y lúdicas dejando a un lado la competitividad y el afán por tener razón, atender nuestras necesidades espirituales en la forma que elijamos, ya sea en solitario o en comunidad (pero sin una Iglesia que hasta ahora no ha sido libre del afán materialista y de poder), por ejemplo en un grupo cristiano, budista, de yoga, de tai chi, etc. etc. atender nuestras necesidades culturales a través de la amplia oferta de cultura alternativa disponible en centros sociales en el terreno literario, artístico, musical, de artes escénicas, utilizando accesorios reciclados, reparados o de segunda mano, etc. etc.
atender nuestras necesidades sociales y psicológicas reuniéndonos con personas amigas de quien obtener empatía y comprensión, y con quien atender también las necesidades sociales y lúdicas dejando a un lado la competitividad y el afán por tener razón, atender nuestras necesidades espirituales en la forma que elijamos, ya sea en solitario o en comunidad (pero sin una Iglesia que hasta ahora no ha sido libre del afán materialista y de poder), por ejemplo en un grupo cristiano, budista, de yoga, de tai chi, etc. etc. atender nuestras necesidades culturales a través de la amplia oferta de cultura alternativa disponible en centros sociales en el terreno literario, artístico, musical, de artes escénicas, utilizando accesorios reciclados, reparados o de segunda mano, etc. etc.
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